La primera manifestación de arte teatral en Cuba fueron los areítos -mezcla de poesía, música y danza con magia y religión- practicados por los aborígenes antes de su exterminio por parte de los colonizadores españoles. Ya en la época colonial, la primera manifestación teatral de que se tiene noticias data de 1520 en Santiago de Cuba, donde se paga a un tal " Pedro de Santiago" por " una danza de arcos y por lienzos", lo que coloca a la Isla en la primacía de los Corpus en América. Elementos de escenificación también eran frecuentes en las fiestas y ritos de los esclavos africanos.Santiago Pita y Borroto, que vivió entre los siglos XVII y XVIII, es considerado el primer dramaturgo de la isla por su obra El príncipe jardinero y fingido cloridano, comedia editada en 1730 y 1733 en Sevilla. No obstante, es Francisco Covarrubias (1755-1850) a quien se atribuye el nacimiento del teatro nacional, pues gracias a él comenzó a hablarse "en cubano" en los escenarios de la isla. Sus aportes fueron la introducción del personaje del "negrito", que como el "chino" y el "gallego" serían muy útiles al desarrollo del teatro vernáculo en Cuba. En los años '80 se establecen los festivales de Teatro de La Habana, viajan a Cuba importantes compañías extranjeras y a la vez los grupos nacionales exploran el mundo y traen premios y reconocimientos. El Teatro cubano se ha caracterizado por una experimentación constante, profundamente reflexivo, con una mirada crítica de los problemas nacionales, espacio para el debate, todo apoyado en un público exigente y conocedor formado en los años de Revolución, en los que también han surgido innumerables escuelas de arte en todo el país, academias de teatro, y se ha desarrollado el movimiento de aficionados.
