Vodú

En 1863, el habanero Andrés Facundo de los Dolores Petit, consiguió que su potencia Bakokó Efor permitiera la entrada de blancos. Se convertía de esta manera el ñañiguísmo, en la primera asociación en la Isla que aunó hombres y no razas. Tanto en La Habana como en Matanzas, sus propósitos trascendieron a tal punto que se formaron sólidas hermandades que congregaron a trabajadores de los puertos, las tabaquerías y otros sectores laborales.
Desde mediados del siglo XIX, estas sociedades fueron prohibidas por las autoridades españolas. Sus ceremonias fueron siempre realizadas secretamente. El ritual abakuá incluye celebraciones -llamadas en Cuba Plantes- de dos tipos: privadas, en las que sólo pueden participar los iniciados y cuya divulgación es estrictamente prohibida; y otras, a las que concurren, incluso, miembros ajenos a la sociedad donde se canta y se baila por lo que se pueden considerar como un acto de expresión de cultura.

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