Brasil

El Parque Nacional de Iguazú: El Parque Nacional de Iguazú fue declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1986, es uno de los parques brasileños más conocidos, pues alberga uno de los grandes espectáculos de la naturaleza: las Cataratas de Iguazú. Su área está cubierta de floresta pluvial subtropical, con árboles de gran tamaño y enorme variedad de epifitas, sobre todo bromeliáceas y orquídeas. La fauna del parque es bastante significativa, aunque muchas especies estén reducidas a pequeñas poblaciones, como el tapir, el carpincho, la nutria y el guaxinim. Entre los grandes felinos, raros y difíciles de observar, sus bosques esconden onzas y pumas. También en la región, la pesca deportiva puede practicarse durante casi todo el año, en ríos famosos por la presencia del dorado y del curimatã. En su interior se encuentra un lujoso hotel. Ouro Preto: Designada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad de Ouro Preto (Oro Negro) constituye uno de los conjuntos más homogéneos y completos de arte barroco del mundo. Situada a 93 km de Belo Horizonte, en el Estado de Minas Gerais, fue fundada el 24 de junio de 1698, día en que los pioneros paulistas avistaron el Pico del Itacolomi. En este paisaje montañoso reconocieron la soñada región del Tripuí, donde encontraron el oro negro, recubierto de una capa de paladio y famoso por su especial calidad. Brasilia: Brasília, la capital del país fue inaugurada el 21 de abril de 1960, tuvo su construcción definida en 1956 por el presidente de la República, Juscelino Kubitschek, fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 1987. La ciudad se construyó en dos mil días para ser el centro de poder del país, es la más conocida entre las ciudades planeadas en este siglo y es un marco del urbanismo contemporáneo y de la arquitectura moderna. Para complementar el bello paisaje arquitectónico, concentra el mayor número de obras de arte por metro cuadrado de los más conocidos artistas brasileños. La alta densidad de sus obras se expresan en jardines estatuas, esculturales, murales, museos. Entre éstos últimos, se destaca el Memorial JK, Museo do Catetinho, Museo del Indio y Mueso de Artes y Tradiciones del Nordeste. Más que ostentar palacios y obras de arte, es también un descubrimiento mágico por la naturaleza, un total del 42% del territorio del Distrito Federal está formado por zonas de protección ambiental. Entre dichos lugares, destaca el Parque Nacional de Brasilia, es una reserva ambiental, donde se encuentra un museo con las especies de fauna y flora locales. Olinda: Ubicada al Nordeste de Brasil especificamente en el Estado de Pernambuco. Con su trazado irregular, sus edificios erigidos en lo alto de las colinas con vistas al verde mar y sus casas serpenteando en las cuestas, de dos o más pisos que con fachadas estrechas y amplios jardines poblados de árboles y la alta calidad artística de algunos de sus edificios, que sobresalían en las épocas de exuberante vegetación tropical. Olinda es un magnífico ejemplo del urbanismo informal, típico de la colonización portuguesa del Brasil. En 1937 fue declarada oficialmente Ciudad Monumento y tuvo el reconocimiento internacional por su valor artístico en 1982, cuando fue clasificada por la Unesco, Patrimonio Cultural de la Humanidad. Parque Nacional Serra da Capivara: El Parque Nacional Sierra de la Capibara está situado en el sudeste del estado de Piauí, fue creado para proteger el área en la que se encuentra el más importante patrimonio prehistórico de Brasil. Se trata de un parque arqueológico con una riqueza de restos que se han conservado durante milenios debido a la existencia de un equilibrio ecológico, hoy extremadamente alterado. Por la importancia de sus yacimientos, fue inscrito por la UNESCO como Patrimonio Cultural en 1991. Sus formaciones geológicas son monumentos de rara belleza. El paisaje accidentado genera una serie diversificada de biotipos, con abundancia de los ecosistemas que se caracterizan por una gran diversidad biológica. Las especificidades, belleza natural y patrimonio cultural hacen del Parque Nacional una región altamente atractiva para el turismo ecológico y cultural. Centro histórico de São Luis: Fundada en 1612, la capital de Maranhão, declarada por la UNESCO como patrimonio en 1997. El Centro histórico de São Luis, es una ciudad rodeada de playas como la de Calhau, Ponta D'Areia y São Marcos, donde están las ruinas del Forte de São Marcos, del siglo XVIII. En una extensión de 107 km² están las principales atracciones turísticas de la ciudad, con construcciones de los siglos XVII a XIX. La capital preserva más de tres mil edificios protegidos, la mayoría con fachadas donde destacan los azulejos, herencia de la colonización portuguesa. Entre ellos están el Palácio dos Leões, donde funcionó hasta 1615 el fuerte que protegía la entonces capital de la Francia Equinoccial, como era denominada antiguamente la ciudad durante el dominio francés; la Catedral da Sé, construida por los Jesuitas en 1726; la iglesia Do Carmo, una de las más antiguas de la ciudad, edificada en 1627; y el Teatro Arthur Azevedo, construido entre 1815 y 1817, considerado como el primer teatro instalado en una capital brasileña. Centro Histórico de Salvador: Salvador fue fundada en 1549 sobre una colina, dominando una inmensa bahía, según la vieja tradición portuguesa. Primera capital del país, la ciudad enseguida incorporó otras dos funciones: la de puerto de apoyo a las rutas del Oriente y la de gran centro de exportación de azúcar. Uno de los espacios públicos más representativos de esta ciudad era lo que antecedía a las Puertas del Carmo, el Pelourinho. Las calles que convergían en esas puertas dieron origen a una plazuela de forma triangular y en declive, que continuaba en la ladera del Carmo. Su nombre derivaba de la presencia en este espacio de un pilar de piedra, símbolo en la Metropoli de justicia y de autonomía municipal, pero que en la Colonia se transformaría en instrumento de discriminación y tortura. Dicha plazuela, que es una mezcla de plaza y mirador mediterráneo y terraza africana, prestaría su nombre a lo que se ha conservado del centro histórico de Salvador, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en 1985. Misiones Tras los primeros años de conquista de América del Sur, España y Portugal engendraron el proyecto misionero, involucrando a las órdenes religiosas en la tarea de llevar a cabo el desarrollo integrador de las comunidades indígenas. La plaza central rectangular de la Misión albergaba a la iglesia, el colegio de los curas y sus dependencias, en un lado, y en el lado opuesto, las viviendas de las familias indígenas. Las casas dispuestas en línea, tenían amplias balconadas. Las estructuras de las edificaciones estaban compuestas principalmente de piedra y madera, que no han resistido a los desgastes del tiempo y a los incendios. Gran parte del patrimonio arquitectónico misionero se perdió, quedando, hoy, inestimables lugares arqueológicos, constituidos por cimientos y macizos de piedra gres, así como un riquísimo acervo de objetos y utensilios. Patrimonio de la Humanidad, por decisión de la Unesco, las ruinas de la iglesia principal de São Miguel son el principal símbolo brasileño de la civilización misionera. Este monumento, obra del arquitecto y hermano jesuita João Batista Primoli, constituye una expresión de la arquitectura barroca misionera inspirada en los cánones renacentistas establecidos por Vignola para la iglesia de Gesú, en Roma. Es el mayor conjunto de arquitectura religiosa de los reductos jesuíticos, constituido aún hoy, por restos de muros, tapias, arcadas, fachada y campanario. Patrimonio mundial inestimable, ha sido preservado y restaurado por el Ministerio de Cultura. Santuario del Buen Jesús de Matosinhos: El Santuario del Buen Jesús de Matosinhos comenzó a ser construido en 1757, en la entonces Parroquia de Nuestra Señora de la Concepción de las Congonhas, hoy Congonhas do Campo, Minas Gerais. Inspirado en los santuarios del Buen Jesús de Matosinhos, en las inmediaciones de la ciudad de Oporto, y del Buen Jesús de Braga, ambos en Portugal, llevó más de 60 años erigir el conjunto arquitectónico, contando con la participación de los más notables artistas y artífices de la región del oro que hicieron contribuciones diversas, responsables de la singular configuración alcanzada en su tiempo y que lo convirtió en uno de los más extraordinarios monumentos brasileños. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1985. Centro histórico de Diamantina, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1999.