Biografía:
Matanzas, 1910 Esta escritora fue una de las pioneras de la literatura cubana para niños y jóvenes y todo un clásico del género en América Latina. Ha escrito para los niños cubanos, pero sus libros se disfrutan en todas partes. Tiene más de veinte títulos tirados que alcanzan un total de tres millones de ejemplares y en dos ocasiones recibió el importante premio Casa de las Américas.Aventuras de Guille, primera novela cubana de aventuras para niños, se caracteriza por la sencillez de su narración; El cochero azul, con su estilo transparente y puro, viejo y nuevo a la vez, muestra la realidad sin moralejas. Gente de mar es un contrapunto entre el pasado y el presente de marineros y pescadores cubanos. Ponolani recoge relatos que se basan en otros relatos que la autora escuchó en su infancia. El valle de la pájara pinta es una obra maestra. La flauta de chocolate son poemas hermosos, así como lo son las narraciones de Juega la dama y Tres lechuzas en un cuento. Entre sus obras de teatro para los más jóvenes se cuentan, Pelusín del monte, Bombón y Cascabel, Espantajo y los pájaros y Cómo el trompo aprendió a bailar…Su obra para adultos es también muy extensa. Abarca la vida campesina revelándola con matices pintorescos y sociales al mismo tiempo en los cuentos recogidos en Once caballos. El año 61 es un libro de crónicas sobre un período crucial de la historia de Cuba –lucha contra bandidos, campaña de alfabetización, invasión de Bahía de Cochinos, proclamación del carácter socialista de la Revolución. Sus memorias están publicadas bajo el título de Agua pasada.Su último libro Juan Ligero y el gallo encantado, es una noveleta que ella considera diferente a sus anteriores incursiones en el género, no por el tema, sino por el estilo. Trata sobre la fabulosa aventura vivida por Pancho Poco desde que abandona su pueblo y se encuentra con una gallina y un gallo con los que decide fundar una familia. A partir de ahí se recrea un universo en el que conviven una gallina color de rosa y ojos verdes que se llama Suprema Nocturna, y Juan Ligero que, como nació en una granja avícola, conoce bien el lenguaje de las aves de corral. Es un canto de amor a la naturaleza y a los valores esenciales del hombre.
