La flora y fauna cubanas poseen una riqueza extraordinaria, en términos de abundancia y variedad. Debido a esta característica, muchos califican este territorio como el "paraíso de los naturalistas".
La Bahía de Omoa, que en su historia reciente se ha convertido en un grande y salobre estanque, fue propuesta oficialmente en 1685 como sitio estratégico para la instalación de una fortaleza colonial española, debido a las condiciones óptimas de la bahía y su proximidad a Honduras Británica. Desde aquí la Corona Española podía proporcionar protección y provisiones para sus propias entradas, proveyendo abastecimientos a cambio de bienes de exportación a los colonizadores frecuentemente necesitados.En las costas del Caribe, a solo 75 minutos de San Pedro Sula, se encuentra una de las más impresionantes fortalezas, el Castillo de San Fernando de Omoa, construida por los españoles para repeler el ataque de los piratas que asechaban la costa Hondureña, que en su corta historia, se defendió dos veces de los ataques navales al imperio español. Indudablemente el Castillo de Omoa es una de las grandes obras materiales que recuerdan la dominación de España en la América Central. Construido en la Segunda mitad del siglo XVIII. La Fortaleza misma, sin embargo, fue la última de una serie de fortificaciones principales construidas en Omoa.Hoy la fortaleza esta abierta al público, y su construcción es testigo de una época llena de historia y ansiedad. Además de la fortaleza, existen varias playas caribeñas en los alrededores. Para llegar a San Fernando de Omoa, hay que tomar la autopista a Puerto Cortés, y continuar después hacia Omoa siguiendo la carretera costera rumbo al occidente.
La flora y fauna cubanas poseen una riqueza extraordinaria, en términos de abundancia y variedad. Debido a esta característica, muchos califican este territorio como el "paraíso de los naturalistas".