Oranjestad

Oranjestad, es la histórica ciudad capital de Aruba al estilo holandés y se encuentra situada en el extremo occidental de la isla y constituye la ciudad puerto y por demás el centro económico y político más importante del país. Con todas las ventajas que esta ciudad entraña para unas vacaciones exóticas, nos revela el ajetreo del día y el bullicio de sus calles, inmersa en sus tradicionales casas, galerías, museos, parques y edificios como el Fort Zoutman y la Torre Willem III, considerado el más antiguo del país y sede del Museo de Historia de Aruba. Además rodeados de cafés, restaurantes, tiendas, centros nocturnos para los más diversos entretenimientos y oportunidades. Desde la capital no pierda la ocasión de experimentar y aventurarse más allá, hacia el centro de la Isla, donde podrá apreciar las Rocas de Casibari y de Arikok y Ayó, mientras que en la Costa Noreste al otro extremo de su capital, encontrará el Puente Natural y no muy alejado, Bushiribana, donde aun quedan los restos de lo que fue un antiguo horno de fundición de oro. Oranjestad tiene un gran desarrollo turístico por lo que dispone de una amplia diversidad de complejos hoteleros, con las más variadas opciones. A lo largo de su litoral encontrará diversidad de playas como Bushiri, Surfside, Sonesta Island donde se encuentran las únicas playas privadas del país, todas ubicadas en una zona de alto nivel turístico, ideales para el descanso y para la practica de deportes náuticos. La ciudad es también el lugar para hacer compras o visitar el mercado en búsqueda de arte arubeño y artesanías locales. Según la época del año, puede encontrarse con el carnaval, un festival de verano, los fuegos artificiales de año nuevo o inclusive un desfile en honor a la Reyna. En cualquier época del año, la ciudad tiene un ambiente rebosante donde se reúnen infinidad de turistas y lugareños.

Ciudad: 
Oranjestad (Aruba)
País: 

Tips

Cuando el volcán Mont Pelée, en Martinica, entró en erupción en 1902, la lava y los gases tóxicos mataron a todos y cada uno de los 38.000 ciudadanos de St. Pierre, a excepción de uno: un preso de la cárcel de la ciudad.