No. 3 Los riesgos de la comunicación

   
 
Introducción
¿Qué se entiende por comunicarse?
Elementos constitutivos de la comunicación
Filtros y selección de contenidos
Los dobles mensajes y el espectro de distorsión
La ventana de johari como espectro de comunicación
La ventana de johari y los niveles de comunicación
Retroalimentación o feed-back
Comunicación defensiva
Los riesgos de la comunicación
Epílogo
Bibliografía recomendada
Los riesgos de la comunicación

A todo el mundo le pasa. A ciertos niveles de contenido o de situación, la COMUNICACION entraña riesgo y, por tanto, miedo. No se le dice todo a todos. Fundamentalmente las causas del miedo y el riesgo en la COMUNICACION pueden ser reducidas a tres elementos que a su vez, están interrelacionados entre ellos mismos.

MIEDO A SER RECHAZADO

El ser humano posee indiscutiblemente una necesidad básica de seguridad y de sentirse aceptado (Maslow). Esta necesidad tiene mucho que ver en el proceso comunicativo y en las relaciones interpersonales. El miedo al rechazo, a la no aceptación, que es un riesgo sentido, va a depender principalmente de dos factores:

- La INTENSIDAD DE LA COMUNICACION, ya que se siente más riesgo en comunicar aquellos elementos que, subjetiva mente, tienen más importancia para el sujeto.

- Las POSIBILIDADES DE COMPRENSION Y ACEPTACION (EMPMA) que se perciben del otro. Sería el nivel de confianza que tenemos depositado en la otra persona en ese momento determinado, aunque influirán considerablemente las experiencias pasadas y relaciones interpersonales con ese otro con anterioridad. Ante una mayor posibilidad de ser comprendido y aceptado, menos riesgo se percibe para que se dé el acto comunicativo.

El riesgo siempre va a estar regulado entre la INTENSIDAD de la COMUNICACION y la EMPATIA de tal manera que siempre se va a tender a encontrar un equilibrio entre ambos elementos para que el riesgo no suba más allá de los niveles tolerables. De esta manera, si las posibilidades de ser comprendido y aceptado que percibimos en un determinado momento son pocas, la intensidad de la comunicación disminuye para minimizar el riesgo, pasando a hablar de algo más inocuo.

Pero hay que tener en cuenta que, en muchas ocasiones, el hecho de aceptar un riesgo pone al sujeto en el camino para descubrir una comprensión o aceptación del otro que anteriormente no habíamos percibido.

La INTENSIDAD la pone uno de los dos interlocutores, es decir, el que inicia la COMUNICACION. La EMPATIA dependerá siempre del que desempeñe el papel del otro. Por ello, cuando uno crea un ambiente de EMPAPATIA y ese ambiente es percibido adecuadamente, se le permite al otro aumentar la INTENSIDAD de su COMUNICACION sin riesgo de verse rechazado. La CALIDAD de una relación interpersonal, para bien o para mal, puede cambiar a partir de uno de los dos.

MIEDO A CAUSAR UNA IMAGEN QUE NO SE CORRESPONDA CON LA PROPIA

La imagen propia tiende a permanecer de una manera estable. Una de las herramientas más utilizadas para mantener esa estabilidad es no arriesgar la propia imagen. El ser humano es consciente de que toda percepción es, a su vez, una interpretación, porque nosotros también interpretamos a los demás con escasos datos. La respuesta cognitiva que se genera entonces es tender a "no ser percibidos" evitando de esta manera la posibilidad de ser evaluados e interpretados.

Cuando anteriormente se hablaba en ese artículo del FEEDBACK, se veía que algo que sucede en la COMUNICACION auténtica es que se da tina revalidación de la propia imagen, de la cual puede surgir perfectamente una descalificación y la necesidad de introducir correcciones. Éste es un mecanismo generador de ansiedad interior.

MIEDO AL CAMBIO

En este caso, más que tener miedo a comunicarnos, se produce un temor a escuchar con EMPATIA, miedo a cambiar nuestro punto de vista y a adoptar puntos de vista ajenos. Esta visión desde el otro puede cuestionar las propias motivaciones y hacer caer en la cuenta al sujeto de sus propias defensas.