Costa Rica

La música en Costa Rica al igual que otras artes ha sido el resultado de ese mosaico cultural heredado durante años y transmitido a través de generaciones. Por otro lado, ha sido sensible a nuevos espacios, así como a la creación y experimentación de expresiones artísticas e interpretaciones diversas. Históricamente se han clasificado varios géneros de música, tipificándola como mágica, de cacería, guerrera, popular, íntima, profana, humorística, erótica, religiosa, ritual y fúnebre. Considerando el tipo de danza antiguo y la mezcla con las corrientes culturales hispánicas, africanas e indígenas del norte, sur y el caribe, nos encontramos con una serie de variados ritmos, pero siempre impera lo autóctono. De Latinoamérica le llegan ritmos como el calypso, reggae, bolero, la salsa, rumba, entre otros. En lo que se refiere a la música cultural costarricense, se encuentran: danzas, contradanzas, puntos, pasillos, fandangos, tambitos, callejeros, corridos, valses, mazurcas, propios de diversos motivos regionales del país y fantasías vernáculas. Por otro lado, las tradiciones folclóricas son muy importantes para los costarricenses y en su mayoría provienen de la región norte de Guanacaste. Su cultura aun conserva tradiciones como el baile nacional “punto guanacasteco” que es representado durante los eventos especiales, así como la costumbre de recitar "bombas" que consiste en rimas breves y graciosas. Las fiestas, los bailes comunales y otras actividades religiosas se llevan a cabo en los alrededores de la iglesia. Como parte de estas celebraciones nacionales, se realizan festivales llenos de colorido en honor al Santo Patrón. Los bailes folclóricos provenientes de Cartago y Heredia también son abundantes y tienen un papel significativo en el patrimonio cultural. La guitarra, el acordeón y la mandolina son los instrumentos musicales más populares, aunque también se utilizan las cuerdas, el viento y teclado. El Ministerio de Cultura, Juventud y Deportes, guía desde su fundación en 1970 el quehacer artístico del país. Desde su creación, su misión ha estado encaminada al rescate y proyección de las tradiciones y costumbres auténticas costarricenses. Los artistas han recibido el apoyo necesario mediante concursos anuales, premios especiales, becas y festivales de arte. Existen convenios musicales nacionales e internacionales para el desarrollo de este campo en la región. En su haber están la creación de instituciones como el Conservatorio de Castella, la Orquesta Sinfónica Nacional de Costa Rica, la Compañía Nacional de Danza entre otras, las cuales han venido ofreciendo extraordinarias satisfacciones. Existen varias compañías y talleres de danza, flamenco y ballet; además de escuelas y centros de estudios para todas las manifestaciones del arte danzario y musical y que por demás son financiadas por el Estado. Cabe destacar el papel de la Sinfónica Nacional, la cual fue fundada en 1940 por el Maestro Hugo Mariani y actualmente realiza entre 80 y 90 conciertos al año, distribuyéndose su actividad en diversas temporadas como: Temporada Oficial de Conciertos, Temporada de Extensión Cultural, Temporada Navideña y Temporada Escolar. Es meritorio señalar también el Coro Sinfónico Nacional, fundado en 1974 por el director chileno Marco Dusi. Su director actual y desde 1987 es el Maestro Ramiro A. Ramírez; así como la Compañía Lírica Nacional, integrado a la Orquesta Sinfónica Nacional en 1980 la cual produce dos o tres espectáculos de opera y varios recitales líricos al año. Como programas juveniles se encuentra el Conservatorio para Niños y Jóvenes, fundado en 1972 por el entonces Viceministro de Cultura, Sr. Guido Sáenz. Actualmente cuenta con más de 500 estudiantes en todos los instrumentos sinfónicos y un cuerpo de alrededor 49 profesores. En el país existen en la actualidad un variado grupo de músicos que desarrollan nuevos estilos e interpretaciones. Entre ellos podemos citar a Cantoamerica, cuyos miembros transforman todos los estilos, y quienes proponen una música afrocostaricense, más original como resultado de esta fusión cultural. Entre otros grupos, están también el cuarteto Trombones de Costa Rica; el Grupo Editus; Claroscuro; Orquesta de Mujeres, como una propuesta alternativa; el Grupo Letho, con música reggae y rock; la Pandilla, con música pop, entre otros solistas e interpretes musicales. En sentido general, la música de Costa Rica ha tenido varias décadas de quehacer artístico y comprometidos con este objetivo, le ha permitido no sólo posesionarse en el mercado internacional, sino que también, gracias a su espíritu entusiasta y creativo, permite legar a futuras generaciones una variada colección de producciones musicales, tanto individual como de agrupaciones y coreográficas de alto valor artístico y cultural. El camino recorrido hasta ahora en este campo, queda estampado en valiosas piezas y arreglos musicales que podrán ser retomadas por otros, o quizás servirán de inspiración para el surgimiento de nuevas manifestaciones. Propone además un artista costarricense muy susceptible a las transformaciones que atañen nuevos cambios, a su sentido crítico y al espíritu creativo que lo mueve.