1994El desconocido Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) tomó cuatro cabeceras municipales del estado sureño de Chiapas y las declaró «zona liberada». Chiapas es uno de los estados con mayor población maya, es también el menos alfabetizado en castellano y el más pobre. Sin embargo, posee importantes reservas de petróleo y gas, de las que se extraía 21 % de la producción nacional de crudo. Al comienzo, el gobierno restó importancia al levantamiento. Cuando el número de muertos superó el millar --el Ejército mexicano había sido desplazado hacia la región-- y se reiteraron las denuncias de ejecuciones sumarias, el gobierno, a instancias del obispo católico Samuel Ruiz y de las protestas de la sociedad civil nacional e internacional, aceptó dialogar y declaró unilateralmente el cese al fuego.