Deslúmbrate con las ofertas turísticas de Uspallata

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El turismo de aventura tiene en Uspallata un exponente incomparable con diversas opciones, que despiertan la tentación de sumergirse en el río Mendoza a través del rafting, hacer excursionismo entre montañas, disfrutar las fuentes termales o practicar deportes invernales cuando las aguas se congelan.

Ofrece gran variedad de actividades recreativas relacionadas directamente con el ambiente circundante como escalada, rappel y tirolesa, Treeking, Mountain bike, 4×4, Rafting, Turismo Minero y cabalgatas.

Es una ciudad andina de Argentina cerca de la frontera con Chile, reconocida como la puerta de la Cordillera de los Andes, y ante la belleza de sus paisajes los turistas quedan impactados. Diversidad de tonalidades aparecen ante ellos al arribar al Cerro de los 7 colores y emprender caminatas por ese lugar, escalar las gigantescas rocas y cuevas, observar paisajes fabulosos.

Uspallata ( Créditos Foto: Visit Argentina)

Uspallata está en un bolsón longitudinal en el Valle de igual nombre, hacia el noroeste de la ciudad de Mendoza y en las cercanías del Aconcagua, constituye un destino fabuloso para respirar aire puro entre alamedas y campos cultivados, sentir la sensación de libertad que ofrece el contacto con la naturaleza.

En su cartera de ofertas lo tiene todo para que el viajero se sienta un descubridor de maravillas. Al llegar al Cerro Tunduqueral quedará deslumbrado con los petroglifos de ese lugar, considerado sagrado por los antiguos habitantes de pueblos originarios, quienes realizaban rituales, ceremonias, peticiones y agradecimientos a sus tres dioses: el sol, la tierra y el aire.

El turismo minero en Uspallata resulta uno de los principales atractivos para muchos visitantes que llegan hasta ese destino argentino y desean profundizar sobre la historia y cultura del lugar, además de vivir emocionantes aventuras.

En ese sentido, resulta muy ilustrativo el Geoparque Minero las Minas de Paramillo, con un antiguo asentamiento minero y muy cerca de allí el pueblo fantasmal donde vivían los pobladores originarios, los Huarpes, que estaban esclavizados para trabajar las minas.

Destaca como referente el Museo Histórico Las Bóvedas, donde se conservan hornos de barro con forma de huevo del siglo XVII, cuando procesaban oro y plata de las minas de Paramillos.

En el itinerario previsto por los turistas al visitar Uspallata, vale incluir las cinco fuentes termales reconocidas desde antaño por sus propiedades curativas y anti-estrés, con temperaturas entre los 33 a 38 grados centígrados máximo.

Y en ese recorrido de múltiples atractivos figura también el bosque petrificado del Parque Paleontológico Araucarias de Darwin, con sedimentos de aproximadamente 230 millones de años de antigüedad -del Período Triásico- y compuesto por grandes coníferas.

Quien visita Uspallata tiene entre sus opciones además, el Cerro Aconcagua y el Parque Provincial homónimo,con circuitos protegidos por la pureza del ambiente que deleita a los viajeros.

Igualmente se cuenta entre los lugares de interés el Túnel Cristo Redentor que facilita la comunicación terrestre en ambos sentidos y se localiza a 3200 metros de altura sobre el nivel del mar.

La escultura de bronce del Cristo Redentor sirve de límite entre Argentina y Chile, está en plena montaña a unos 3850 metros de altura y fue inaugurada en 1904 como símbolo de paz por la superación de conflictos entre los dos países.

Uspallata reserva uno de los atractivos más populares para los amantes de los deportes invernales en el parque de nieve Los Puquios en Penitentes, donde hay Instructores capacitados, equipamiento y varias pistas de snowboard, tubing, trineo y esquí.

El complejo cuenta con hoteles, restaurantes y bares para ofrecer confort y garantía de servicios a quienes van a esquiar en invierno.

¡Viaja ya! Uspallata te espera con ofertas que te harán alucinar ante una naturaleza pródiga y las más variadas propuestas para hacer de vuestras vacaciones algo inolvidable.

Tips

La fortaleza de San Carlos de La Cabaña en La Habana, Cuba tiene 228 años y ¡todavía está en pie!. Construida entre 1763 y 1774 avisaba con campanas si las naves que se acercaban eran de amigos, corsarios, piratas o enemigos.