Las manifestaciones artísticas se han dado en El Salvador desde el tiempo de los mayas y pipiles quienes, por lo que de ellos ha prevalecido en los sitios arqueológicos, habían descubierto la belleza del color y las formas de cómo extraerlo de la misma naturaleza. La arqueología y la exploración de antiguas ciudades constituyen el atractivo de este país. El Salvador conserva un valioso pasado de culturas indígenas que se manifiestan en las danzas, las narraciones, tradiciones culinarias, en el vestir, música y diferentes costumbres producto de la mezcla entre lo indígena y lo español. El rasgo más característico es la elevada proporción de mestizos o ladinos. El acceso a la educación es obligatorio y gratuito en el nivel de educación primaria. De la influencia de la colonia española y la cultura europea se destacan la arquitectura, las iglesias coloniales, museos y teatros, lo mismo que en la pintura , en la obra de pintores como Pierre de Mateu y Carlos Imery. De la Academia de Valero Lecha, pintor español, se destacaron Noé Canjura, que emigró a París, donde tuvo amplio reconocimiento, y Julia Díaz, pintora enamorada de los niños salvadoreños. Julia Díaz estableció la primera galería en el país ¨Galeria Forma¨, y donde expusieron muchos pintores salvadoreños por primera vez, como Benjamín Cañas, quien es reconocido internacionalmente, Roberto Galicia, Antonio García Ponce, Roberto Huezo, Augusto Crespín, entre otros. Entre los escritores actuales se destaca la obra de David Escobar Galindo, Roberto Cea, Rolando Elías y Ricardo Lindo. El quehacer cultural salvadoreño es muy activo y diverso. Existe una amplia red de casas de cultura, también teatros, galerías, distribuidos a través de todo el territorio nacional; que ofrecen al visitante toda clase de exposiciones, y divertidas fiestas tradicionales y populares; los festivales internacionales de teatro y danza suelen ser muy frecuentadas, así como en las temporadas de música sinfónica.
