Realizó sus estudios en el Colegio San Luis Gonzaga bajo la dirección del padre Billini. Es la primera figura poética de su generación. Supo profundizar en los estados de ánimo individuales e indagó sistemáticamente en el drama íntimo de personajes angustiados, abandonados y tristes. Escribió también poesía de índole política. Su poema “Ololoi” es un doloroso testimonio personal sobre la dictadura de Ulises Heureaux. Como prosista cultivó también la crítica literaria. Sus artículos y ensayos están contenidos en el libro “Páginas olvidadas”, en el que se recogen las colaboraciones que bajo distintos seudónimos entregaba regularmente a los periódicos y revistas del país y de Cuba. Su influencia intelectual en el ámbito literario dominicano de su época fue relevante.