Yin y Yang

Ying y YangPara la filosofía china, y para el conjunto de la cosmología del Oriente, la naturaleza es un organismo viviente que respira con dos vientos esenciales: uno que expande y otro que inspira, y que denominan  yin y  yang. Con ellos  explicaban casi todos los fenómenos del mundo natural.
Lo esencial de este concepto es que todo se encuentra en continuo movimiento y cambio, o sea, que nada permanece fijo e inmutable. La idea del yin yang  es fundamental para el feng shui, que es la idea de opuestos sin oposición. Son complementarios y se necesitan mutuamente para existir. Los cambios constantes de interacción de yin y yang dan lugar a la infinita variedad de patrones de la vida. A manera de ejemplo, porque el listado es muy amplio: Son yin el norte, la tierra, lo femenino, la oscuridad, el frío, abajo, lo pasivo, lo suave, el otoño, espíritu, lo negativo, la noche, mojado, lo bajo, la luna, lo poderoso. Son yang, el sur, el cielo, lo masculino, la luz, el calor, arriba, lo activo, lo duro, verano, la materia, positivo, el día, seco, alto, el sol, lo débil.
Por otra parte, la ciencia Occidental contemporánea ha definido que toda energía es de forma vibratoria y que la materia es una forma de manifestación de esa energía a una determinada frecuencia, siendo nuestros sentidos físicos los que la captan e interpretan como tal.
A partir de estos hechos, descritos hace más de 20 siglos por las culturas orientales,
 todo es energía en movimiento,  la realidad visible está integrada por flujos y reflujos de energías, radiaciones y campos pulsantes que mueven la vida y posibilitan,  lo material y lo inmaterial, (como el pensamiento). Lo que se manifiesta, incluidos los seres humanos, es energía en movimiento y transformación constantes.
Esos campos pulsantes tienen dos polos fundamentales, que de una parte transforman la materia en energía, y de la otra  producen la transformación de la energía en materia. Esta es la pulsación básica de nuestra realidad. Sin entrar en más detalles de corte científico, podemos concluir que esta bipolaridad era conocida por las tradiciones espirituales del Oriente, en especial por el taoísmo y el budismo, y se expresa en el concepto de  no permanencia, en la comprensión de que la vida está transformándose continuamente en muerte y viceversa. Que este vacío se torna fenómeno y los fenómenos se vuelven vacío. Esta doble polaridad los taoístas la denominan  yin y yang.

En el orden práctico, los antiguos maestros y sabios de diferentes culturas, utilizaban las montañas, las piedras, el cauce de los ríos y las plantas como barreras naturales de protección contra las violentas fuerzas del medio, enfrentar el daño ocasionado por eventos climáticos nocivos, y  para rechazar a sujetos enemigos y animales depredadores. Estos conocimientos fueron aprovechados por los taoístas  al organizar los jardines con piedras y plantas como recursos o símbolos para equilibrar o neutralizar los flujos excesivos de energía yin, dando  protección y  armonía al entorno. Fue el punto de partida. En lo adelante, entendidos y especialistas profundizarán el efecto  yin/yang para el ser humano, la atención a las enfermedades y los recursos para su sanación, así como para lograr en los hogares y otras edificaciones levantadas por la mano del hombre, armonía y bienestar, neutralizando o eliminando todo elemento de energía negativa. Para el Feng Shui, el yin y el yang, al igual que otras enseñanzas afines, iluminaron el largo camino a recorrer, que partiendo del Oriente,  llegó hasta el Occidente de nuestros días, enriqueciendo los espacios naturales y  la vida de los seres humanos.