Parque Nacional Volcán Masaya

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El Parque Nacional Masaya, cerca de la capital de Nicaragua, recibe a cientos de miles de personas cada año, quienes acuden con el asombro de los primeros visitantes o sencillamente vuelven para presenciar una vez más la majestuosidad del paisaje y disfrutar del senderismo.

El Parque Nacional Masaya acoge a solo dos de una veintena de volcanes distribuidos en seis departamentos del país, siete de los cuales se encuentran activos. El parque ocupa alrededor de 54 kilómetros cuadrados y en él se encuentran los volcanes Masaya y Nindirí, con dos y tres cráteres, respectivamente; una laguna y la cueva de Tzinacanostoc o de los Murciélagos.

El cráter Santiago, en el Masaya, posee 500 metros de diámetro y 200 de profundidad y es el único activo de los cinco existentes, por lo que de vez en cuando nos recuerda que la calma del lugar es solamente aparente en el Parque Nacional Masaya. En el siglo XVI, los colonizadores europeos descubrieron los asombrosos volcanes que pertenecen hoy al departamento de Masaya y quedaron impactados ante esos imponentes y atemorizantes tesoros de la naturaleza. La imagen de la cruz en una orilla, no solo le otorga un valor místico, sino que recuerda las creencias de quienes llegaron allí hace cientos de años.

Como parte de las visitas guiadas al Parque Nacional Masaya, los viajeros pueden permanecer cerca de algunos cráteres, pero solo por pocos minutos debido a la toxicidad de los gases emitidos. Aunque escaso, el tiempo es suficiente para presenciar un escenario maravilloso, donde alguna vez fueron exorcizados ciertos demonios. Ubicada en el Cinturón de Fuego del Pacífico, donde se concentra la mayor actividad sísmica y volcánica del planeta, Nicaragua posee una enorme riqueza natural y cultural que la convierten en una nación seductora y fascinante. El volcán Masaya, a 23 kilómetros al sur de Managua, tiene un sistema de alerta temprana ante erupciones y vías de escape para las poblaciones en riesgo.

Tips

Lime juice from fruit grown on Dominica was given to British sailors to prevent scurvy.