Señala que esos individuos son referentes y voceros de lo negativo y nunca hablan de lo bueno que ocurre en el ramo.
'Es lamentable que algunos nicaragüenses continúen tratando de destruir la economía y atenten contra su propio pueblo', subraya.
La Cantur solicita detener esas acciones de inmediato al argumentar que impiden a las personas involucradas en el turismo 'llevar el pan a la mesa', además atentan contra la generación de empleos y la apertura de empresas.
Sostiene en el comunicado que ese tipo de actuaciones no se justifican de ninguna forma, ni aún al esgrimir razones políticas.
'Hemos insistido que se puede disentir, protestar y hacer oposición sin necesidad de lesionar a los más vulnerables del país', apunta.
Asimismo afirma que la mayoría de los dueños de las micros, pequeñas, medianas y algunas grandes empresas se sumieron, con mucha responsabilidad, en un plan de reactivación económica desde la segunda quincena de julio.
Ello, según indica, con el objetivo de detener la caída, mejorar los indicadores de turismo e incrementar las operaciones de hoteles, bares, restaurantes, touroperadoras y toda la cadena de valor del sector.
'Hemos solicitado la eliminación y reducción de las alertas de viaje a los países que aún la mantienen, rediseñamos nuestros menús, hemos reducido nuestros precios y trabajamos duro para reducir nuestros costos y gastos', detalla.
Agrega que las micros y pequeñas empresas están endeudadas y hacen esfuerzos para honran sus obligaciones financieras, fiscales y municipales, 'pero con sacrificios avanzan en la ruta correcta día a día'.
El Instituto Nicaragüense de Turismo estimó para este año el ingreso de más de 540 millones de dólares, cifra similar a la registrada en 2016.
Las pérdidas por la crisis rondan los 231 millones de dólares, de acuerdo con un informe del Ministerio de Hacienda y Crédito Público sobre los costos que generó al país el intento de golpe de Estado.