En las últimas décadas, las corrientes turísticas en los países industrializados se han caracterizado por los grandes desplazamientos, un mayor escalonamiento en sus vacaciones y una mayor tendencia a practicar diversas actividades durante su estancia vacacional. Esto ha permitido que el turista vea de sus vacaciones una experiencia con múltiples aportaciones: reconocimiento e integración del medio ambiente que visita, encuentros con otras culturas, el descubrimiento de la historia y la evolución de otros pueblos, mayor participación dentro del desarrollo de las actividades para hacer de sus vacaciones..."una experiencia productiva en constante intensidad y movimiento".
Este panorama ha hecho cambiar lógicamente la psicología del turista, porque hoy tenemos a un turismo más experimentado, con mayores exigencias para invertir en sus vacaciones. Cada estación turística que pasa, miles de turistas en el mundo van dejando atrás el interés por llevar sus vacaciones de forma pasiva y hasta equivocadamente guardan el anhelado reposo para la recuperación de sus energías - vía hacia el aburrimiento y el desgaste vacacional.
El turista moderno busca en la actualidad pertenecer a la moda de las vacaciones activas o productivas (vacaciones con vida y movimiento que les permitan recuperar sus desgastes físicos y de los estados anímicos, mental y espiritual). De ahí que la animación turística a sido el elemento principal para transformar los productos que ofertan las empresas del sector.