La leyenda de la flor de Cempasúchil, un símbolo del Día de los Muertos

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La flor de Cempasúchil es uno de los elementos protagonistas del Día de los Muertos, Durante esta popular celebración mexicana estas flores adornan los altares y son uno de los elementos más representativos de las ofrendas para los muertos. Se cree que el aroma de esta flor guía a las almas de los difuntos en el camino hacia la ofrenda que les espera en el mundo de los vivos. Para ello se deben hacer senderos con sus pétalos, desde el camino principal hasta el altar de la casa para guiar a las almas hacia los altares.

Su nombre proviene del náhuatl “Cempohualxochitl” que significa “veinte flores” o “ varias flores”. Esta hermosa flor ha tenido un carácter ceremonial durante cientos de años; durante la época prehispánica, los mexicas asociaban su color amarillo con el sol, por ello, la utilizaban en los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos. 

Altar del Día de los Muertos/ Imagen de YessMendez, CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons
 

Alrededor de esta flor hay una bella una historia de amor, que es recordada durante la celebración de Día de Muertos. Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo, nacieron el mismo día dos niños: Xochitl y Huitzilin, los cuales crecieron juntos y al llegar a la adultez se enamoraron. Tanto era su cariño que un día decidieron subir a lo alto de una colina en donde el sol deslumbraba con particular fuerza, pues se sabía que allí moraba el Dios del Sol para pedirle su bendición. Tonatiuh, el Dios Sol, les dio su bendición y aprobó su matrimonio.

Desafortunadamente la tragedia llegó a ellos de forma inesperada cuando Huitzilin fue llamado a participar en una batalla para defender a su pueblo y falleció. Fue tan grande su pesar que decidió pedir con todas sus fuerzas a Tonatiuh que la uniera a su amado por toda la eternidad. El dios al verla tan afligida, la convirtió en una hermosa flor con un bello y tierno botón que permaneció cerrado por mucho tiempo.

Un buen día, un colibrí se acercó a ella atraído por su dulce aroma y se posó sobre sus hojas. La flor se abrió y mostró un bello color dorado, radiante como el mismo sol. Era una bella flor de Cempasúchil, una inconfundible flor de veinte pétalos.

Flores de cempasúchil/ Imagen de Pixabay

¡Esa flor era Xóchitl, quién había reconocido a su amado Huitzilin! El joven había regresado a su amada en forma de colibrí. Se dice que el amor de la pareja azteca permanecerá , mientras haya colibríes y flores de cempasúchil en los campos mexicanos.

Y así nació la leyenda de la flor de cempasúchil y la creencia de que su aroma guía a las personas que se fueron, y así reencontrarnos con nuestros seres queridos, tal como lo hicieron Xóchitl y Huitzilin.

Tips

The first European settlers on St Lucia arrived in 1605 - they were 67 Englishmen who were forced to land there after missing their way to Guyana.