El Salvador

La música folclórica es semejante a la de otros países centroamericanos, aunque en varias danzas populares se mezclan de forma única, elementos de algunos países europeos, como la danza campesina inglesa y la contradanza española. Existen diversos movimientos artísticos y tradiciones musicales legadas desde las poblaciones precolombinas, esto unido a las danzas tradicionales forman parte del legado cultural y musical del Salvador. En la música popular de El Salvador se usan: flautas, tambores, raspadores timbales y calabaza, también guitarra, batería, estos últimos más recientemente importados, además de otros instrumentos. La música que acompaña a diferentes danzas suele ser a base de pito y redobles de tambores, marcando pasos, marchas y sones. Cada uno de estos cambios musicales determina ciertos movimientos en la danza. En la actualidad estas tradiciones danzarías son muy practicadas, pero de igual forma se han desarrollado otras manifestaciones artísticas más contemporáneas, se han formado diversas compañías musicales, grupos y diferentes artistas que por generaciones se han preparado, es de destacar figuras como JC. Mendizábal, Raquel Maron, Salvador Marroquín, entre otros, que no sólo han tenido éxito nacionalmente sino también internacionalmente.
En los últimos años, el Hip hop y el reggaeton han influenciado a la mayoría de la juventud salvadoreña, la cual ha formado grupos como: Pescozada, The King Flyp y Mecate.

La cumbia salvadoreña se relaciona y a la vez es muy distinta de la cumbia colombiana. La Chanchona, conducida por un solo Bandolon o Bajo, es popular, especialmente entre la comunidades inmigrantes de Washington, y Los Ángeles en Los Estados Unidos.