El cine en Costa Rica surge en sus inicios de forma muy esporádica y era sobre todo de carácter personal, es decir se hacían películas de eventos sociales o políticos que luego se proyectaba a un selecto público de gente. Con el paso de los años y la incorporación de Costa Rica en un mercado mundial más competitivo y difícil sobre todo después de la terminación de la Segunda Guerra Mundial, Hollywood vió una oportunidad de hacer películas en este país centroamericano. Es así como en los años cuarenta se filman un par de películas con locaciones costarricenses aunque no precisamente en el propio país, sino que recreando escenografías en los estudios de Hollywood, un ejemplo de esto fue la película Fiesta en Costa Rica, en donde la temática se basaba en la supuesta forma de vida de los costarricenses de ese entonces; y en donde se veían escenografías representando el Teatro Nacional, el Parque Central y otros lugares importantes del país. Después de este pequeño auge no se volvió a producir nada con excepción de documentales y cortometrajes sobre la guerra del 48 o los traspasos de poderes de los gobernantes electos, por parte de personas que disponían con el equipo necesario para realizar este tipo de producciones. No es sino hasta los años setenta cuando se crea el Centro Costarricense de Producción Cinematográfica que el Cine en Costa Rica tendrá un movimiento creativo firme y constante. Es en esta época precisamente en donde se crean algunas de las películas más memorables y en donde el cine costarricense se da a conocer no solo a nivel centroamericano, sino que también a nivel mundial.
