En Bequia, San Vicente y las Granadinas, hay unas viviendas construidas en un arco natural de la pared del acantilado, directamente sobre las aguas.
1493. La Isla fue descubierta por Colón en su segundo viaje. Los indios la llamaban Borinquén y el descubridor la bautizó con el nombre de San Juan Bautista, en honor al príncipe de Asturias, Don Juan. La isla estuvo habitada en un primer momento por los taínos, pueblo agrícola que pronto fue diezmado por las duras condiciones de trabajo y las enfermedades, que llevaron los españoles, y a las que no estaban adaptados.
En Bequia, San Vicente y las Granadinas, hay unas viviendas construidas en un arco natural de la pared del acantilado, directamente sobre las aguas.