La flora y fauna cubanas poseen una riqueza extraordinaria, en términos de abundancia y variedad. Debido a esta característica, muchos califican este territorio como el "paraíso de los naturalistas".
El primer templo que se levantó en Heredia, fue construido en 1714 constituido de horcones de guachipelín y techo de paja. Unos cuatro o cinco años más tarde se promovía la construcción de otro, levantado esta vez con paredes de adobe y techo de teja; tenía una longitud de cincuenta varas de largo, por catorce de ancho. En julio de 1734 la iglesia fue concebida como parroquia independiente. Posteriormente, el pueblo de Heredia dispone construir el actual templo y coloca la primera piedra el 31 de octubre de 1796. La obra se culminó entre 1806 ó 1807. El aspecto pesado y volumétrico del templo, proclama a todos el fervor cristiano y aristocrático orgullo de quienes la proyectaron y levantaron. El tamaño del monumento constituía además el símbolo de orgullo urbano del vecindario, dado que estaba ubicado en el centro de la ciudad. Las altas torres y campanarios, procuraban hacer llegar lo más lejos posible el mensaje de convocatoria a los oficios divinos, a fiestas y a los duelos. La Parroquia de la Inmaculada Concepción de Heredia fue declarada Monumento Nacional el 24 de mayo de 1963.
La flora y fauna cubanas poseen una riqueza extraordinaria, en términos de abundancia y variedad. Debido a esta característica, muchos califican este territorio como el "paraíso de los naturalistas".
