La tradicional industria salina de Bonaire ha vuelto a recobrar su actividad en una salina de 36 km2.
Ofrece una visión diferente del Caribe. Sus edificios combinan la arquitectura holandesa con los colores vivos de las Antillas. En él se encuentra una línea de barcos de madera que forman un mercado flotante.
La tradicional industria salina de Bonaire ha vuelto a recobrar su actividad en una salina de 36 km2.