En las Antillas Holandesas, uno de los deportes favoritos de los isleños es cazar cangrejos de tierra con antorchas en el Quill, el volcán extinguido de la isla.
El Volcán Izalco sobresale erguido hacia el cielo como un cono gris perfecto que a la distancia se percibe en medio de un paisaje de cañaverales y valles. Conocido por mucho tiempo por el Faro del Pacífico, ya que los barcos desde el mar veían su fuego, este volcán es el más joven de El Salvador y del mundo. Con una altura de 1, 910 m sobre el nivel del mar, es fácilmente detectable desde larga distancia, especialmente durante el trayecto de la carretera que de San Salvador conduce a Sonsonate. Escalarlo es una experiencia inolvidable. Compuesto de varias terrazas, su superficie es de rocas porosas que se deslizan. El acceso toma de dos a tres horas. Su cráter es inmenso y se puede caminar alrededor mientras se percibe el olor a azufre y el humo de las fumarolas. Aunque su última erupción ocurrió en 1966, los expertos lo han clasificado como un volcán activo en descanso.
En las Antillas Holandesas, uno de los deportes favoritos de los isleños es cazar cangrejos de tierra con antorchas en el Quill, el volcán extinguido de la isla.