Los árboles de las selvas tropicales de la isla de Dominica alcanzan los 30 metros de altura.
Charlestown es una población encantadora, salpicada de fascinantes edificios antiguos de madera gastada por la intemperie, decorados delicadamente con grandes arcos de buganvilla de vistosos colores; vetustas casas de piedra y atractivos lugares históricos como sus fuertes, iglesias y museos, donde se destaca por su importancia el museo del siglo XVIII Alexander Hamilton, rodeado por árboles frutales y con una vista increíble de la isla y de su hermana San Cristóbal. Otra de las obras relevantes es el Paseo de Coco y sus ruinas antiguas, que representan un hito importante en la historia de la isla. Charlestown, constituye una reserva natural por su exuberante vegetación, flores exóticas y preciosas playas de agua cristalina. Desde épocas remotas, un manantial de aguas termales Bath Spring era la atracción de ricos hacendados que venían a rejuvenecerse en estas aguas y alojarse en el Bath Hotel construido en 1778 para jugar casino. Hoy en día se conservan las ruinas de este recinto y la tradición de estos baños. Recorriendo la ciudad podrá encontrar casas de plantaciones, convertidas en impresionantes hoteles como el famoso Nisbet & Plantation, restaurantes de especialidades locales como la sopa de verduras nativas, langosta y cordero. En la calle principal de Charlestown se encuentra la Galería de Arte de Eva Wilki, uno de los estudios más significativos del lugar, con magníficas exhibiciones sobre la fauna, flora, el paisaje y escenas náuticas. Aquí puede adquirir bellas tarjetas postales y mapas antiguos de la Isla y el Caribe del siglo XVI. En las diferentes tiendas que existen en esta zona podrá llevar los artículos de su interés y deleitarse con las telas y ropas confeccionadas en San Cristóbal. Será la envidia de todos si comenta haber participado en el Carnaval con presentaciones culturales, bailes callejeros y concursos. Charlestown, tiene fama de centro de vida elegante, donde su vida nocturna se centra en los bares de posada y hoteles.
Los árboles de las selvas tropicales de la isla de Dominica alcanzan los 30 metros de altura.