Ciudad de Buenos Aires es la gran puerta cosmopolita de Sudamérica. Moderna, dinámica, activa e histórica, la gran capital de la nación argentina ha sabido conservar, sin embargo, viejas tradiciones y rincones entrañables. Fascina al viajero por su ambiente, por la disímil personalidad de cada uno de sus barrios, por la cordialidad de su gente y por el amplio abanico de sus ofertas culturales y comerciales. La Reina del Plata, como también se la conoce, no deja de sorprender al visitante con sus contrastes. En ella conviven el apego al barrio, la melancolía del tango, las interminables charlas de café, con la modernidad de las torres espejadas y los teléfonos celulares. Es también la ciudad más elegante de América del Sur, y la que mejor resume la variada y heterogénea esencia de lo argentino. Situada en los bancos del río de La Plata, y rodeada por la espléndida naturaleza argentina, en ella conviven armoniosamente antiguas construcciones como casas coloniales, con modernas edificaciones y museos, teatros y cafés. Y su población ha ido en crecimiento debido a las constantes olas migratorias, en especial europeas, lo que le da un marco cultural muy interesante. Las personas que gustan de la vida nocturna pueden hallar restaurantes o confiterías abiertas las 24 horas del día; incluso el viajero puede hacer el "window shopping" en establecimientos comerciales que permanecen abiertos hasta media noche. Buenos Aires despliega una inmensa gama de atractivos: monumentos, iglesias, museos, galerías de arte y teatros; plazas, parques y jardines con arboledas añosas; barrios característicos; amplios centros comerciales, hoteles tradicionales y modernos, restaurantes típicos y de cocina internacional.