1983. En marzo, el Papa Juan Pablo II visita Honduras. En junio se extiende por Honduras un cierto movimiento de inquietud ante la presencia de asesores militares norteamericanos, que parecía demostrar que el país podía llegar a convertirse en una gran base norteamericana y en el trampolín de la guerrilla antisandinista, lo cual hizo aumentar la tensión con Nicaragua.