El festival anual que se celebra en la fiesta de San Juan Bautista, llegó a Aruba de México, Centroamérica y Venezuela. El festival ha sido parte de la cultura arubeña desde 1862. La celebración del día de San Juan comenzó como un festival de cosecha que celebraban los nativos de la isla para agradecer a sus numerosos dioses por una rica cosecha y pedirles sus bendiciones para el siguiente año. Los misioneros españoles en su intento por convertir a los indios al cristianismo, permitieron que mantuviesen sus costumbres paganas y combinaron el entierro de un gallo durante el festival de San Juan, que se celebra anualmente el 24 de Junio. No obstante que el festival se celebra en otros países del mundo, Aruba es el único país donde se celebra con danzas y cantos. Mientras un trovador canta una canción popular, otros lo acompañan con un tambor; violín y wiri (o raspa). Otro aspecto que ha cambiado es el entierro del gallo vivo hasta la cabeza, reemplazándose por una calabaza. A continuación del “entierro” del gallo, se le cubría la cabeza con una calabaza hueca que además se cubría con arena. La persona que con los ojos vendados encontrase el gallo, era proclamado ganador del gallo. Los colores juegan un papel importante en el festival. El fuego está representado por los colores rojo y amarillo de las vestimentas de los hombres y mujeres. Los sobrantes de la cosecha y otros deshechos se enterraban simbolizando la limpieza del alma.