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Sistema cavernario. Se encuentra entre los mayores del Caribe.

Muestras pictóricas aborígenes.

Es un lugar de investigación arqueológica; los naufragios ocurridos en esta zona atraen a los amantes al buceo y snorkel. Se organizan excursiones al lugar.

Protegidos bajo el sistema del Parque Nacional de Arikok, se encuentran las tres principales formaciones de cavernas de la isla. Desde San Nicolás puede acceder a la caverna Guadirikiri, que tiene 150 m y tiene dos grandes salones iluminados naturalmente. Las cuevas están arriba en la pared de un risco de caliza y contienen muchos pasadizos profundos. Las dos primeras gazaperas son húmedas y oscuras, llenas de guano de murciélagos, de estalactitas, estalagmitas, y de graffity al lado de los petroglifos. A la entrada de la cueva se alquilan linternas.

Desde San Nicolás puede acceder al Túnel del Amor, ubicada cerca de la costa Noreste de la isla y a varios Kilómetros de San Nicolás. Es una de las tres cadenas de Cuevas como Quadirki y Cuva Fontein. Es muy conocida como el Túnel del Amor por su entrada con forma de corazón. Se necesitan linternas para explorar su túnel de 100 metros de largo.

Desde San Nicolás puede acceder a la Caverna Fontein ubicada cerca de la costa Noreste de la isla y a varios Kilómetros de San Nicolás. Es una de las tres cadenas de Cuevas como Quadirki y el Túnel del Amor. Fontein es una de las más populares y de gran interés arqueológico, ya que sus paredes contienen dibujos de aborígenes arauacos.

Es una gruta coralina que se comunica con el mar a través de túneles. Esta cueva evoca una serie de leyendas que los nativos insisten en creer. Se dice que está constituída por profundos laberintos y que desemboca en una playa sin igual que se mantiene prácticamente virgen por lo difícil de su acceso. Un experto nadador puede entrar en ella para comprobar si es cierto lo que se dice, pero lo que es imposible de comprobar, es si el tesoro del pirata de Morgan está en sus profundidades.

Se encuentra en medio de las verdes cordilleras, es una de las ciudades prehispánicas más grandes del continente. Sus ruinas son un laberinto de terrazas, caminos, murallas y viviendas, que son testigos de un maravilloso pasado.