Comenzó a construirse en el año 1837, pero debido a los frecuentes sismos no se concluyó hasta 1876. En la construcción de la Catedral se destaca la mampostería, el hierro, y del conjunto se destaca el peristilo de arquitectura griega del frontil y el arco romano que acoge a sus puertas. El acceso al templo se realiza a través de una amplia escalinata. En su interior guarda la imagen esculpida en mármol de San José, patrón de Costa Rica. En el lado norte se encuentra la humilde capilla del Santísimo Sacramento, y en el lado sur la sede de la Curia Metropolitana.