Es un pequeño islote que se puede observar desde las playas del centro. Es símbolo del turismo. Este islote es muy alegre, por sus palmeras, cocteles, comidas típicas y mar inquieto.
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Johnny Cay
Es un pequeño islote que se puede observar desde las playas del centro. Es símbolo del turismo. Este islote es muy alegre, por sus palmeras, cocteles, comidas típicas y mar inquieto. |
Haynes Cay
Es un cayo coralino lleno de palmeras. Junto a él está el Acuario, un cayo arenoso y tranquilo. Los dos están rodeados por los hermosos colores del mar San Andresano practicándose la mayoría de los deportes náuticos. |
La Cabeza de Morgan
Cuenta la leyenda que el paso del pirata Morgan por estas islas se quedó grabado para siempre en una inmensa roca que saca la cabeza y crea un perfil humano sobre el mar. Todos los que visitan estas islas quieren acercarse a este encantador lugar. |
El Cove
Es por esta bahía donde se oculta el sol, atracan los buques de la Armada Nacional y también los cruceros que recorren el Caribe. Se puede practicar buceo y se encuentran algunos restaurantes. |
El Pico
Es el cerro más alto de la isla con 320 metros de altura. |
La Puerta del Reloj
A inicios del siglo XVIII se hizo una reconstrucción a la puerta principal de la ciudad, que fue destruida a fines del siglo anterior por el enemigo. Se construyeron tres bóvedas a prueba de bombas que son la entrada a la Ciudad Antigua. La torre del reloj se le agregó a fines del siglo pasado. |
Jardín Botánico Guillermo Piñérez
Fue fundado en 1968. Ofrece una gran variedad de plantas. |
Barrio El Prado
En este barrio podemos encontrar la arquitectura ostentosa que predominó en la ciudad, en la época de mayor esplendor a principios del siglo XX. |
Jardín Zoológico
Es el mejor del país y se pueden encontrar más de 300 especies de animales diferentes. |
Estadio Metropolitano
Es la casa de la selección Colombia, y sede de los más grandes encuentros de futbol en este país. |
Cuando el volcán Mont Pelée, en Martinica, entró en erupción en 1902, la lava y los gases tóxicos mataron a todos y cada uno de los 38.000 ciudadanos de St. Pierre, a excepción de uno: un preso de la cárcel de la ciudad.