Fortaleza es la capital del Estado de Ceará y es una ciudad divertida, de cara al mar y provista de un casco histórico construido por portugueses y holandeses. Es de clima cálido y con gran despegue turístico, atraídos principalmente por la belleza de sus playas y sus animadas noches. Se caracteriza por poseer una de las más importantes y bien equipadas redes de hoteles y restaurantes del nordeste. De los sitios de interés, destacamos el Teatro José de Alencar, ubicado en la plaza homónima, cuya fachada con balcones de hierro forjado contrasta con las demás construcciones. El Centro de Turismo, alojado en una antigua prisión, alberga al Museo de Arte y Cultura Popular, tiendas de artesanía y oficinas de venta de entradas para diversos espectáculos. Debe visitar el Museo Histórico y Antropológico de Ceará y el Museo del Automóvil, con una colección de viejos coches americanos y europeos. Vale la pena conocer la estatua de Iracema, homenaje a la india que es personaje y título de una de las novelas de José de Alencar, importante novelista de la literatura indianista. Por otro lado, se encuentra el Parque Ecológico del Coco, inaugurado después que grupos ecologistas protestaran fervorosamente por la protección de la zona. El parque acuático de playa, Beach Park es uno de los más modernos centros turísticos, formado por un complejo acuático con toboganes de agua y modernos aparatos de ocio acuático. Fortaleza ha sido catalogada como "la rubia desposada del sol" por sus playas de Meireles, Volta de Jurema y Mucuripe, interconectadas por la avenida Beira-Mar, la cual concentra edificios de arquitectura moderna, centros comerciales, hoteles, bares y restaurantes que sirven comidas típicas y deliciosos platos a partir de mariscos. Por las noches el ambiente es frenético, envuelto en sensuales ritmos de "forro", donde la caipirinha con miel, bebida nacional, es la reina de la oscuridad. Posee playas con palmeras y dunas de arenas, algunas salvajes y de abruptos acantilados, otras recóndita y con apenas algunas posadas para descansar o con ambiente que recuerda los años setenta y playas vírgenes y de una belleza indescriptible. Fortaleza es la capital del Estado de Ceará y es una ciudad divertida, de cara al mar y provista de un casco histórico construido por portugueses y holandeses. Es de clima cálido y con gran despegue turístico, atraídos principalmente por la belleza de sus playas y sus animadas noches. Se caracteriza por poseer una de las más importantes y bien equipadas redes de hoteles y restaurantes del nordeste. De los sitios de interés, destacamos el Teatro José de Alencar, ubicado en la plaza homónima, cuya fachada con balcones de hierro forjado contrasta con las demás construcciones. El Centro de Turismo, alojado en una antigua prisión, alberga al Museo de Arte y Cultura Popular, tiendas de artesanía y oficinas de venta de entradas para diversos espectáculos. Debe visitar el Museo Histórico y Antropológico de Ceará y el Museo del Automóvil, con una colección de viejos coches americanos y europeos. Vale la pena conocer la estatua de Iracema, homenaje a la india que es personaje y título de una de las novelas de José de Alencar, importante novelista de la literatura indianista. Por otro lado, se encuentra el Parque Ecológico del Coco, inaugurado después que grupos ecologistas protestaran fervorosamente por la protección de la zona. El parque acuático de playa, Beach Park es uno de los más modernos centros turísticos, formado por un complejo acuático con toboganes de agua y modernos aparatos de ocio acuático. Fortaleza ha sido catalogada como "la rubia desposada del sol" por sus playas de Meireles, Volta de Jurema y Mucuripe, interconectadas por la avenida Beira-Mar, la cual concentra edificios de arquitectura moderna, centros comerciales, hoteles, bares y restaurantes que sirven comidas típicas y deliciosos platos a partir de mariscos. Por las noches el ambiente es frenético, envuelto en sensuales ritmos de "forro", donde la caipirinha con miel, bebida nacional, es la reina de la oscuridad. Posee playas con palmeras y dunas de arenas, algunas salvajes y de abruptos acantilados, otras recóndita y con apenas algunas posadas para descansar o con ambiente que recuerda los años setenta y playas vírgenes y de una belleza indescriptible.